Las bases imponibles negativas (B.I.N.) otorgan un activo por impuesto diferido a la empresa. Son, entonces, una diferencia temporaria del impuesto sobre sociedades.
Para ayudarnos a comprender qué son las bases imponibles negativas pensemos que cuando una empresa tiene beneficios, tributa por ellos en el impuesto de sociedades pero…
¿Qué pasa cuándo una empresa tiene pérdidas?
Si cuando la empresa tiene beneficios, tiene que pagar un impuesto… cuando la empresa tiene pérdidas podrá reconocerse un derecho, un activo fiscal que podrá emplear cuando tenga beneficios para tributar menos.
Esto es así porque fiscalmente está permitido compensar bases imponibles negativas (resultados fiscales negativos) con las bases imponibles positivas de futuros ejercicios.
Asiento contable:
En el ejercicio en el se registren se realiza el siguiente asiento:
(DEBE) 474 Activos por impuesto diferido
(HABER) 6301 Impuesto diferido
Pero no siempre está permitido su registro. Se deben cumplir unas condiciones.
Condiciones para registrar bases imponibles negativas
No siempre se podrá registrar este activo. Hay que tener presente que su finalidad es poder «compensarse» en el futuro, por lo que la empresa en cuestión deberá considerar si podrá cumplir con las condiciones para su activación. Las podemos resumir en dos:
- Debe ser «probable» que en el futuro la empresa tenga beneficios para poder compensar estas pérdidas. Y no vale un futuro lejano. Tiene que ser creíble. (Se puede considerar un escenario de 15 años).
- La condición anterior debe poderse acreditar. Se tiene que poder demostrar que un futuro se podrán compensar con beneficios. (Planificación fiscal, prospecciones contables, plan de viabilidad, etc.).
Aún con todo lo anterior, hay que tener en cuenta que Hacienda puede tener unas más que razonables dudas sobre sus posibilidades de compensación futuras. Esto puede ocurrir si la empresa cuenta con un extenso historial de pérdidas continúas en el pasado y presente.
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